Al vivir este tipo de experiencias se convierten en ciudadanos globales comprometidos con diversas causas y decididos a transformar las realidades con las que no están de acuerdo. Además, establecen relaciones profundas de amistad con jóvenes de entornos, condiciones socioeconómicas y culturas diferentes lo que contribuye al respeto a la diversidad, la convivencia pacífica y la cultura de paz.
Se estima que más de 400 mil estudiantes de alrededor de 52 países participan anualmente en alguna conferencia MUN. En México, por ejemplo, hay simulacros para estudiantes desde primaria hasta la universidad. El impacto tan positivo de la participación en un MUN se ha visto evidenciado en muchos casos de éxito en donde aquellos jóvenes inquietos se convirtieron en importantes líderes en diversos sectores. Uno de ellos es el propio Ban Ki-moon, quien décadas después de ser MUNer en la República de Corea se convirtió en el representante máximo de la diplomacia internacional al fungir como Secretario General de las Naciones Unidas durante 10 años (enero 2007 a diciembre 2016).
Lo más valioso de la iniciativa es que no sólo acerca a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes al trabajo diplomático y los asuntos internacionales, sino que implica un proceso cognitivo fundamentado en valores primordiales como la tolerancia, el respeto, la solidaridad y la empatía.
Además, promueve la democracia, la igualdad de oportunidades, la equidad de género y el estudio de los temas desde un enfoque multidisciplinario que permite la generación de argumentos sólidos, convincentes y persuasivos que les conduzcan al alcanzar el consenso sobre sus propuestas y proyectos de resolución respecto al conflicto o problemática que están atendiendo.
Además, el MUN permite a los estudiantes trascender el ámbito escolar y aplicar los conocimientos y habilidades adquiridos en planes de acción e intervención social en sectores menos favorecidos, beneficiando a comunidades en condiciones de vulnerabilidad o marginación, mediante el servicio voluntario.
Los distintos problemas que aquejan a la sociedad a nivel mundial no competen solamente al interés de unos cuantos. Somos todos quienes tenemos en nuestras manos la iniciativa de presentar posibles soluciones a través del diálogo y el análisis, y mas aun cuando existen espacios abiertos que ofrecen la oportunidad de realizarlo cada año.
En este contexto, un Modelo de Naciones Unidad (MUN), busca sembrar en los jóvenes la idea de trabajar por un mundo mejor que rompa con los esquemas que paralizan todo interés de cambio.